Cultura en construcción y tecnología

Cultura es todo lo que construimos, personal y socialmente. O sea que aunque alguien nos diga “¡Inculto!”, no será cierto. Lo que es seguro es que los niveles de concientización de la cultura son demasiado diversos.

Hay personas que acceden a la educación de todos los niveles, y otras quedan excluidas del sistema. Hay personas que pueden tener una dieta sofisticada y costosa para alimentarse, y hay muchos que se mueren de hambre. También se puede verificar una evolución en las culturas, y desde la edad de piedra hasta la actualidad, el ser humano se las arregló para encontrar los caminos de superación y supervivencia, en distintos ámbitos y múltiples estrategias, con resultados disímiles. Una cuestión que no es menor, y que este año la Organización Mundial de la Salud tomó como bandera, es la resiliencia de las personas mayores en un mundo cambiante. Vaya cultura: evolucionamos.

Hoy la cultura se acelera y la sociedad del conocimiento parece un tren bala que se lleva puestas las estaciones donde otrora asomaban los pasajeros para otear la llegada de la máquina desde la lejanía.  Eso no es mejor ni peor, es el mundo que nos toca vivir. Es también el mundo que derrotó al COVID, el que salvó a la humanidad de millones de muertes, el que logró que las prótesis para personas con diferentes discapacidades se puedan incluir en sus espacios sociales y laborales.

Este mes celebramos el Día de las Culturas, que es el nombre que se encontró para designar el aniversario del desembarco de las flotas españolas en América, hito que cambiaría el mundo conocido por occidente.  Ya habían llegado flotas orientales cruzando el Pacífico que no es pacífico, pocos años atrás, pero no dejaron huella conocida.  Hay muchas formas de identificar el carácter de ese encuentro: conquista, genocidio, amalgama, crisol, mestizaje… y todas son válidas de alguna manera.

La realidad es que la conquista del hombre por el hombre ha sido cruel en todos los rincones del planeta. Pero parece que la sociedad del conocimiento, además de achicar violentamente las distancias entre los espacios que tiempo atrás separaban culturas de diversas organizaciones y pueblos, también se propone amalgamar el acceso a los beneficios que no sabíamos que eran de todos, y se llaman Derechos Humanos.

Este nuevo mundo en que las etnias ya no lo son, en que las oportunidades son para quienes las toman, independientemente de su origen y posición social, tuvo un aliado indispensable: la tecnología. Ella es una conquista cultural que se coló en nuestras vidas y nos invadió los desconocimientos sorpresivamente. Nos comunicó de lado a lado del planeta. Nos trajo curas para males que fueron incurables, como el cáncer de mama. Nos trajo educación accesible, información de fuentes de todo tipo. Familias se reencontraron, enfermos se curaron, segmentos vulnerables se visibilizaron… ¡Cuánta cultura pura vida construimos!

Lo más importante es que la tecnología es un medio, que debe estar siempre al servicio de la humanidad, para que tenga sentido su desarrollo superlativo. Y lo tiene. Por eso una persona, sin moverse de su casa, puede denunciar un abuso o pedir una pizza, también puede soñar con ir al otro lado del mundo a un precio razonable, puede acceder a medicación de última generación, y puede publicar sus ideas para que se entere el mundo. Y no alcanzan los etcéteras…

Por supuesto, la evolución de la cultura también impactó en las empresas, y privilegió los espacios compartidos para el crecimiento personal y profesional en beneficio de colaboradores, los clientes y los negocios. Hoy las empresas tienen una responsabilidad en la construcción de una cultura que honre a la humanidad con el compromiso firme de responsabilidad social, pues en alianza con los estados, ellas son el ariete para derribar las barreras que aún nos separan de un mundo mejor para todos los habitantes del planeta. Y sí, ya todos somos vecinos: habitamos el mismo planeta ¡Pura Vida! Vamos juntos por la construcción de la cultura que nos garantice la buena vida, en paz y solidaridad.

 

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Sobre mí

Soy Silvia Álvarez, amo escribir y estar al día con las noticias sobre emprendedurismo.

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