¿Cuántos clientes directos tengo en mi punto de ventas? Datos. ¿A cuántos puedo llegar a través de la tienda virtual? Datos. ¿Cuál es mi inversión total en mercadeo? Datos. ¿Cuánto debo invertir para duplicar mi segmento meta desde mi venta en línea? Datos. ¿Cuánto me cuesta mi estrategia de mercadeo por cliente? Datos. ¿Cuántos clientes de harina de maíz tengo actualmente? Datos…. ¡Y hasta el infinito y más allá! La información es la clave.
En los años ’80 la supervivencia del negocio parecía ser menos complicada: alguien pedía algo en la tienda, el pulpero se iba a mirar a la estantería, como mucho a la bodega, y la repuesta final era una de dos posibles: “aquí lo tiene”, o bien, “no nos queda”. Ahora, la búsqueda de la sostenibilidad nos obliga a asumir la responsabilidad de la gestión de la información, en bien de la salud del negocio, pues ya no basta con tenerla.
Quizás el mayor cambio del nuevo escenario socio-económico sea el manejo de la información, o sea, la gestión de los datos. El crecimiento de la información durante la última década ha sido exponencial y seguirá creciendo dramáticamente en el futuro. Esto implica la obligatoriedad de disponer, además de eficaces sistemas de almacenamiento, una estrategia concreta que nos garantice la gestión de esa información. No se trata de almacenar información, sino de gestionar, de modo que los datos recabados le den más valor al negocio, pues de eso se trata.
Poder obtener información que nos permita tomar decisiones de negocio positivas, es algo crucial, pues no podemos olvidarnos de que son muchos los valores que definen a una compañía, pero por encima de todos está la información. Este es el valor más apreciado de cualquier empresa y de su correcta gestión depende la viabilidad de la propia empresa u organización, es la que define la sustentabilidad del negocio.
Hace poco decíamos en este espacio que el mayor valor de una empresa está en su gente. Y lo seguimos afirmando. Porque es la gente que maneja la operación día a día, la responsable de asegurar que todos los datos se almacenen como corresponde. La diferencia es que los datos no se retiran del negocio a las 5pm. Los datos no solo están siempre: los datos son la empresa, la definición de sus activos, su presente y su futuro.
La complejidad tecnológica es importante, la información es la clave, por eso en Logosoft aseguramos a las pymes con herramientas sencillas, confiables, poderosas y accesibles, para favorecer la toma de decisiones óptimas en sus negocios. Porque el empresario necesita disponer los datos concretos que lo ayuden a definir su ruta al éxito comercial, en forma rápida y efectiva. Confíe en los que saben, confíe en Logosoft.
Silvia Alvarez