Trabajo y salud: ¿conoce su reloj biológico?
El ritmo agitado de la actualidad
Repercute en nuestro desempeño y nos exige una adaptación constante. Todos participamos de esta dinámica donde el tiempo es el tirano y la compleja red de actividades en la que nos involucramos, representa un desafío para niños, jóvenes, adultos.
Ahora bien, existe un tiempo externo, marcado por las 24 horas del día y un tiempo interno, el denominado reloj biológico.
Aunque el estudio de este tema se remonta al siglo XVIII, fue en 2017 que la investigación del reloj biológico y sus importantes conclusiones les valió a Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young el Premio Nóbel de Medicina. Dicho estudio les permitió definir los mecanismos que regulan el llamado ciclo circadiano o, en otras palabras, descubrir “los mecanismos moleculares que controlan los ritmos circadianos”.
Pero, ¿qué es y qué relevancia tiene esta información en nuestras vidas?
Tiempo y biología
«Antes de que la atmósfera tuviera su composición actual, la Tierra giraba sobre su eje, y el ciclo de luz y oscuridad tuvo un impacto en los inicios de la vida». Este es uno de los principios de la Cronobiología y, aunque puede sonar extraño, solo da nombre a la ciencia que estudia las relaciones entre tiempo y biología.
Existe la creencia de que hay personas diurnas, aquellas que tienen la condición para estar despiertas de día y personas nocturnas o noctámbulas, que pueden hacerlo de noche: las denominadas “personas pájaro” y “personas lechuza”, respectivamente.
No podemos hacer una afirmación tan tajante, pero lo cierto es que nuestro reloj biológico está sintonizado con la Tierra, los ciclos de día y noche, e inclusive con el cambio de las estaciones. Y es precisamente esta relación la que explica por qué la alteración del ritmo biológico normal acarrea serias consecuencias para la salud, afectando la toma de decisiones y hasta el rendimiento de los seres humanos.
“Un desajuste crónico entre nuestro estilo de vida y el ritmo dictado por nuestro reloj interno” se ha asociado a “un aumento del riesgo de varias enfermedades como el cáncer, enfermedades neurodegenerativas y trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2. (*)
¿Qué es el ciclo circadiano?
Es un ciclo integrado por los procesos biológicos (físicos, mentales y conductuales) que suceden dentro de un lapso de 24 horas y que responden factores como la luz y la oscuridad. Es decir, la adaptación de nuestro organismo a los cambios externos.
Si ha viajado, probablemente haya experimentado el famoso jet lag, un desfase que ocurre como consecuencia de la diferencia de horario entre un país y otro.
Como respuesta a una alteración en nuestro reloj biológico se producen toda clase de trastornos en la temperatura corporal, la función hormonal, los tiempos de alimentación, la presión sanguínea y los periodos del sueño.
Por eso, no necesitamos ver que está oscuro o que salió el sol para tener sueño o levantarnos. Este reloj biológico transmite información a nuestro cerebro para que produzca cierto tipo de sustancias de forma periódica y cíclica, de acuerdo con el momento del día.
Eficiencia, madrugadores y dormilones
La realidad es que, de acuerdo con nuestra profesión o área de trabajo, nos tocará desempeñar labores en horario diurno o nocturno. Por lo que un cambio radical de estos tiempos va a repercutir de alguna manera en el organismo.
Ahora bien, el ciclo o ritmo circadiano, puede presentar variaciones entre una persona y otra. Esto hace que existan individuos a los que les gusta madrugar y que tienen la capacidad para concentrarse apenas entran en funciones. Otros, por el contrario, suelen dormirse más tarde y calentar motores ya avanzada la mañana. Estas características específicas de un individuo definen el cronotipo.
Con base en estos hallazgos, es importante que las empresas estén conscientes de esta realidad biológica, con el fin de facilitar (dentro de lo posible) condiciones que permitan a los colaboradores ser más eficientes, mantener un mejor estado de ánimo y una vida más saludable.
Además, conocer cómo funciona nuestro organismo y los factores que influyen en él a nivel biológico, nos permite tomar decisiones más acertadas a la hora de organizar nuestra rutina.
“La conexión entre los procesos fisiológicos en el cerebro y el cronotipo respectivo ha sido ahora corroborada científicamente por investigadores del Instituto Leibniz de Investigación Laboral de la Universidad TU Dortmund (IfADo).
Para ello, se evaluaron el nivel de atención, la memoria laboral y las funciones cognitivas de 36 sujetos durante el momento del día que estaban particularmente activos.
El resultado fue contundente: las habilidades cognitivas y el aprendizaje motor son significativamente mejores en el momento preferido.”
- DW- Ciencia y Ecología.
Antes de despedirme, quisiera dejarle algunas preguntas para reflexionar:
¿Conoce su ritmo circadiano? ¿Ha percibido alteraciones a raíz de algún cambio en su rutina? ¿Cómo repercuten los cambios bruscos en su alimentación, el sueño o el desempeño diario?
¿Qué ajustes podría hacer para tener un mejor rendimiento y mantenerse saludable?
Y, para cerrar, le invito a ver este educativo video del Dr. La Rosa: https://youtu.be/ie8BJM48BHs
¡Hasta la próxima!
Fuentes:
Universidad Autónoma de México- https://www.c3.unam.mx/noticias/noticia80.html
Deustche Welle. https://tinyurl.com/yfss6erz
NIH. Eunice Kennedy Shriver National Institute. https://tinyurl.com/ycxr8d98
Josefina Peralta