Dice la Real Academia Española que emprender es “Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”.
También los poetas le buscaron significado a esta palabra que tanto encierra.
Hay tardes en las que uno desearía
embarcarse y partir sin rumbo cierto,
y, silenciosamente, de algún puerto,
irse alejando mientras muere el día;
emprender una larga travesía
y perderse después en un desierto
y misterioso mar, no descubierto
por ningún navegante todavía.
(Emoción vesperal, de Ernesto Noboa y Caamaño)
Y sí: emprender es para valientes. Con o sin COVID, no a cualquiera le queda bien la camiseta ante el reto de emprender: empezar una obra o un negocio, echarse a la mar en busca de resultados, amar la idea que otros odian y trabajar por ella.
Dice la bibliografía que son más los escorados que uno topa en el camino que los triunfadores, pero qué orgullo haberla peleado, ¿verdad? Y, como una batalla no define una guerra, es cuestión de juntar los bártulos e intentarlo nuevamente en otra cancha, otro campo, otros mares… o en el mismo mar. Qué va; si justamente el mejor aprendizaje de los valientes emprendedores es identificar dónde erraron.
En Costa Rica hay apoyo para los emprendedores; sin embargo, creo que el emprendedurismo no ha sido suficientemente valorado en épocas pasadas, pues persiste una cierta admiración por los cargos públicos, naturalmente apetecibles por parte de los egresados universitarios debido a sus beneficios que ofrecen. Pero qué bonito sería que las universidades impulsaran sistemática y estratégicamente el espíritu emprendedor en sus estudiantes; pues las ideas en buenas mentes y excelentes manos podrían acrecentar la grandeza de este maravilloso país, aportando a su riqueza nacional y a las personas, en el marco de la responsabilidad social empresarial.
Zapatero a tus zapatos y emprendedor a emprender, con la valentía que implica hacerse cargo de sus propios sueños y de su vida. Perder no es una opción. La meta es volver a levantarse tras cada caída y avanzar cada vez una posición, hasta convertir el gol. ¡Fuerza, valientes! ¡Los necesitamos!
Silvia Álvarez