Negocios 2022: la loca historia del mundo pre y post pandemia
Hemos recorrido un larguísimo camino… ¿o es corto en realidad? Cuando yo era niña leía unos comics que traían unas historietas de ciencia ficción con productos y servicios que parecían antiguos hasta para la cocina de la abuela. De allí hasta el celular pasaron varios años y ni modo: las “estaciones” que parecían determinar los “puntos de quiebre” entre una incorporación tecnológica y otra, se aceleraron. Hasta el 2019 veníamos avanzando al galope por los avances tecnológicos sorprendentes que nos desayunaban cada mañana.
Y entonces llegó el COVID, que en un momento parecía que metió la reversa en la historia de la humanidad y todos nos quedamos mirando para uno y otro lado, casi inmóviles, como espectadores de un partido de tenis, mientras gobiernos, farmacéuticas, sistemas de salud y el mismísimo coronavirus, SARS-CoV-2, se disputaban saques, smash y drop shots. Pero esa inmovilidad inicial fue digerida rápidamente por las ideas generadas por todas las conquistas previas al COVID y resulta que, a costa de irreparables pérdidas, como las de vidas humanas, podríamos pensar que hoy tenemos un mundo más consciente de nuestras vulnerabilidades planetarias.
Por ejemplo, la humanidad demostró que podemos alinearnos tras un objetivo común, en temas como el peligro de extinción. Y se generó la distribución masiva de los beneficios de la virtualización, con las consecuentes valoraciones medioambientales, económicas y sociales de lo que significa abandonar los transportes diarios en las zonas urbanas. Resulta que la digitalización de servicios vino a reforzar la idea de que, en muchas tareas, no importa dónde estés ubicado, sino la calidad del trabajo que se recibe.
Según la CEPAL, la pandemia del COVID-19 y su efecto en las tendencias de los mercados laborales con trabajo presencial, define un 23% promedio que puede aplicar el teletrabajo. Esa realidad definió diversos formatos posibles de modelos de negocios, asociados con servicios complementarios como el de delivery, por ejemplo, que creció enormemente a raíz de la pandemia. Hubo otros sectores fatalmente comprometidos como el turismo, por razones obvias. Pero hay otros que temieron un efecto devastador que no solo no se produjo, sino que fortaleció al negocio, como es el caso de muchas PYMES. Es que es como dice mi contador: “En todos los velorios hay gente que llora y otros que venden pañuelos”.
Hoy la economía está mostrando claros signos de fortalecimiento. La crisis es una condición, pero no una obligación. Búsquele la vuelta al negocio, sepulte el estatus quo que le dio la pasada prosperidad, elija una buena herramienta de negocios, como Punto de Ventas 7 y anímese a buscar alianzas de valor compartido y modelos que le renueven los sueños de crecimiento que nunca lo abandonaron. ¡Bien por ese emprendedor! Buen año, buenas decisiones, buenos negocios.
Silvia Álvarez
