El ataque terrorista de Hamás
El ataque terrorista de Hamás estalló en la franja de Gaza, y desató la guerra. La paz agonizante se llevó puestas a las PYMEs y el flujo comercial de la región. Es que la guerra y la paz afectan a las PYMEs. Esta zona es conocida mundialmente por ser una región altamente conflictiva por la tensión territorial entre Israel y Palestina. El sorpresivo ataque llevó, quizá, a su momento de mayor convulsión en una generación, luego de que Tel Aviv hiciera oficial su declaración de guerra. Esta se produjo tras el ataque de Hamás, el grupo armado terrorista que controla la franja de Gaza, el pasado 7 de octubre. Han muerto niños, adultos, familias enteras, y tras ellos, la economía de la zona. La pérdida más importante es la de vidas humanas. Sin embargo, el colapso de la economía también atenta contra la vida humana. Su efecto catastrófico sobre las economías personales y familiares condiciona a los servicios médicos, la nutrición, la escolaridad, la movilidad, las comunicaciones… En fin, atraviesa a todos los servicios esenciales, poniendo en peligro los derechos humanos y la supervivencia de la población.
La guerra y las PYMES
La guerra y las PYMES son un dúo irreconciliable. Esa dupla solo significa dolor, carestía, hambre, éxodo, pobreza, y tantas otras calamidades asociadas. Las PYMEs son el motor económico de las economías nacionales e internacionales, sumando un promedio superior al 90% del parque empresarial del planeta. Disminución en suministros y precios más altos de los alimentos significan que la población con menos recursos podría verse obligada a prescindir de ellos, profundizando los índices de pobreza. Un altísimo porcentaje de PYMEs son familiares. Ello significa que el impacto de cualquier conflicto bélico estaría afectando directamente a las economías familiares de todo el mundo. Y cuando hablamos de guerra, hablamos de conflictos armados, que pueden ser internacionales, nacionales y de todo tipo de ejército, como por ejemplo, los que representan a los intereses del narcotráfico y otras organizaciones criminales. La guerra siempre atenta contra la prosperidad.
La paz y las PYMES
La paz y las PYMES son aliadas viscerales para una economía sana. El estado de conflicto en varias zonas del planeta supone demasiados riesgos. Pero el mayor riesgo posiblemente sea para la paz. Con frecuencia, las guerras frías han desembocado en guerras declaradas. Durante la década de 1930, el período entre ambas guerras mundiales, se produjo un drástico abandono del comercio multilateral en favor del comercio dentro de imperios o esferas informales de influencia. Los historiadores han sostenido que este cambio exacerbó las tensiones entre países antes de la Segunda Guerra Mundial. Solo nos queda esperar que los años venideros no sean una repetición de la época que precedió a la guerra. Necesitamos paz para crecer y buscar condiciones de vida cada vez mejores para toda la humanidad.
La prosperidad, como la paz, es indivisible
“La prosperidad, como la paz, es indivisible”, es una frase de Henry Morgenthau, Secretario del Tesoro de Estados Unidos, expresada en 1944. Desde hace tanto tiempo esa frase es una verdad revolcada en conflictos, pero aún así, sigue siendo verdadera y vigente. En el mundo de hoy, los retos que enfrentamos son igualmente indivisibles. Nuestros esfuerzos por resolverlos también deben ser indivisibles. Indivisibles como la dignidad y nuestros derechos. Condenemos la guerra de cualquier índole, y en particular, al terrorismo. Abracemos las formas democráticas para resolver los conflictos y cuidar la salud moral, social y económica de nuestros pueblos, en el único estado que garantiza una planificación racional de los recursos: la paz. Que sea mundial alguna vez, y que sea indivisible, definitivamente. Aportemos para eso.
Silvia Alvarez
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