Acción de Gracias y tradición

Día de Acción de Gracias

El Día de Acción de Gracias es una festividad emblemática en los Estados Unidos, se celebra el cuarto jueves de noviembre, y es de larga tradición. La historia gira en torno a una narrativa de supervivencia, cooperación y gratitud. Ella cuenta que los peregrinos ingleses, recién llegados al Nuevo Mundo, lograron subsistir gracias a la ayuda de los pueblos indígenas, en particular los Wampanoag. Esta festividad simboliza un mito fundacional, con un enfoque especial en la supervivencia de los colonos europeos y en el papel vital que desempeñaron los indígenas en este proceso.

Los peregrinos y el gran viaje

Los peregrinos y el gran viaje al otro lado del mundo originan este relato. En 1620, un grupo de separatistas ingleses, conocidos como peregrinos, decidió emigrar al Nuevo Mundo en busca de libertad religiosa. Este grupo había estado viviendo en Leiden, Países Bajos, después de abandonar Inglaterra, pero no estaban contentos con su situación allí. Buscaban un lugar donde pudieran practicar su fe sin las restricciones impuestas por la Iglesia de Inglaterra y donde pudieran preservar su identidad cultural.

El Mayflower

El Mayflower fue el barco en el que los peregrinos partieron hacia Virginia. En medio del viaje, una tormenta los desvió y, en diciembre de 1620, desembarcaron en lo que hoy es Plymouth, Massachusetts. Este desembarco inició una de las experiencias más significativas en la historia temprana de las colonias inglesas en América del Norte. Sin embargo, llegar al Nuevo Mundo resultó difícil. Los peregrinos enfrentaron un invierno severo, enfermedades y escasez de alimentos. Muchos murieron en los primeros meses debido a las duras condiciones, y la supervivencia parecía incierta.

La intervención de los Wampanoag

La intervención de los Wampanoag marcó el destino de los peregrinos. Su vida cambió radicalmente cuando contactaron a esta confederación de pueblos indígenas que habitaba la región. Los Wampanoag llevaban mucho tiempo viviendo en la tierra antes de la llegada de los europeos y poseían un profundo conocimiento de la agricultura y los recursos naturales de la región. Vinculaban su estilo de vida a la tierra de manera intrínseca. Este pueblo había desarrollado técnicas avanzadas para cultivar maíz, frijoles y calabazas, alimentos fundamentales en su dieta.

Squanto y Massasoit

Squanto y Massasoit actuaron como buenos aliados de los peregrinos. Squanto, un indígena Wampanoag, facilitó la relación entre los peregrinos y su pueblo. Lo capturaron y llevaron a Europa años antes, donde aprendió inglés. La historia cuenta que Squanto, cuyo nombre real era Tisquantum, regresó a su tierra natal después de esa experiencia de captura y servidumbre, y resultó crucial en la comunicación entre los dos grupos. Este miembro de los Wampanoag no solo enseñó a los peregrinos a cultivar maíz y otros cultivos, sino que también les mostró técnicas de pesca y les presentó las plantas nativas comestibles y útiles para la medicina. Massasoit, el líder de los Wampanoag, firmó un tratado de paz y mutua protección con los peregrinos en 1621, y ambas partes respetaron este acuerdo durante varios años. A través de este pacto, los Wampanoag compartieron sus conocimientos y habilidades agrícolas con los peregrinos.

La primera celebración

La primera celebración tuvo lugar en el otoño de 1621. La narrativa tradicional del Día de Acción de Gracias está centrada en la celebración, que fue después de que los peregrinos lograran su primera cosecha exitosa. En agradecimiento por su supervivencia y por la generosidad de los Wampanoag, los colonos decidieron organizar un festín. La crónica cuenta que invitaron a Massasoit y a aproximadamente 90 de sus guerreros a un banquete que duró tres días. Aunque no se sabe exactamente qué alimentos se sirvieron, se cree que incluían pavo salvaje, venado, maíz, frutas, y vegetales nativos de la región. Este festín ha sido considerado como el origen simbólico de la festividad. La imagen de peregrinos y Wampanoag sentados juntos, compartiendo una comida en armonía, ha sido idealizada como un momento de gratitud y paz en la historia de los Estados Unidos.

La festividad popular

La festividad popular impulsa una celebración que simboliza los valores de gratitud, cooperación y generosidad. Sin embargo, no todo fue cooperación en la vinculación entre los pueblos. Es importante destacar que la relación entre los colonos europeos y los pueblos indígenas en el Nuevo Mundo fue en muchos casos violenta y marcada por el conflicto. Aunque la historia de los peregrinos y los Wampanoag es un ejemplo de cooperación temporal, las relaciones entre los colonos europeos y las naciones indígenas posteriormente se deterioraron, lo que llevó a décadas de guerras y desplazamiento forzado de los pueblos indígenas.

Luto indígena

El luto indígena no siempre está a la vista, pero se percibe oscuro, escondido tras la celebración del Día de Acción de Gracias. La celebración tradicional que se repite cada año, no refleja la complejidad completa de las interacciones entre los pueblos indígenas y los colonos. En muchas comunidades indígenas, el Día de Acción de Gracias no se ve como una celebración. Más bien lo toman como un recordatorio de las injusticias que siguieron a la colonización europea. Algunos lo identifican como “Día Nacional de Luto” para honrar a los millones de indígenas que murieron como resultado de la colonización.

Lecciones de gratitud

Las lecciones de gratitud sobrevivieron, a pesar de las complejidades históricas. La vinculación de los peregrinos y los Wampanoag ofrece lecciones importantes sobre la interdependencia, la supervivencia y el poder de la cooperación en tiempos difíciles. Los peregrinos, que llegaron al Nuevo Mundo sin el conocimiento necesario para sobrevivir en su entorno, fueron capaces de establecerse gracias al conocimiento transmitido por los Wampanoag. Esta experiencia nos recuerda la importancia de la gratitud. Debemos cultivar ese valor, no solo hacia los amigos y la familia, sino también hacia las personas y culturas diferentes a las nuestras, que enriquecen nuestras vidas.

La capacidad de los seres humanos

La capacidad de los seres humanos es asombrosa en situaciones críticas. Acción de Gracias, en su esencia, celebra esa capacidad de los seres humanos para ayudarse unos a otros en tiempos de necesidad. Si bien el relato histórico tradicional ha sido simplificado, el espíritu de gratitud y la lección sobre la supervivencia mutua siguen siendo relevantes. Nos invita a reflexionar sobre la historia compleja y positiva de las relaciones entre los colonos y los pueblos indígenas. También nos permite reconocer la importancia de honrar las contribuciones de las culturas que han sido marginadas a lo largo de la historia.

Conclusión

La historia de Acción de Gracias es más que la descripción de una comida compartida entre peregrinos e indígenas. Es una historia que nos invita a pensar sobre las relaciones entre culturas y la importancia de la gratitud y la cooperación en tiempos de dificultad. Aunque la festividad moderna se celebra en un contexto diferente, sus raíces históricas nos recuerdan el valor de la interdependencia y el respeto mutuo. Al reflexionar sobre el Día de Acción de Gracias, debemos también reconocer y honrar la compleja historia de las relaciones entre los pueblos indígenas y los colonos europeos. Es importante esforzarnos por aprender de las lecciones que esta historia nos ofrece. Solo convivir en paz construye un mundo mejor. La Familia Logosoft les desea que disfruten su Acción de Gracias.

 

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Sobre mí

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